¿Qué película argentina tiene más posibilidades de llegar al Oscar internacional?
El nombre de la película que representará a la Argentina en la búsqueda del próximo Oscar internacional se conocerá en el atardecer del próximo miércoles 24. Para llegar a este veredicto por...
El nombre de la película que representará a la Argentina en la búsqueda del próximo Oscar internacional se conocerá en el atardecer del próximo miércoles 24. Para llegar a este veredicto por primera vez desde que se hace cargo de la elección (representantes de todas las áreas del quehacer cinematográfico local), la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina instrumentó un sistema de doble votación con el propósito de ampliar el espacio de legitimidad y reconocimiento para el título elegido.
A partir de un criterio bastante parecido al que se aplica desde hace un tiempo en España, después del primer escrutinio quedaron en carrera cuatro largometrajes preseleccionados: Homo Argentum, de Mariano Cohn y Gastón Duprat; Belén, de Dolores Fonzi; La mujer de la fila, de Benjamín Avila, y Algo nuevo, algo viejo, algo prestado, de Hernán Rosselli. Los miembros activos de la Academia con derecho a voto (alrededor de medio millar) tendrán tiempo hasta las 12 de este martes 23 para pronunciarse en esta segunda y definitiva instancia de sufragio.
Simultáneamente se hará una votación similar para la elección de la representante argentina al Goya 2026 como Mejor película iberoamericana. En este caso, la preselección incluyó a tres de los cuatro preseleccionados para el Oscar internacional, Homo Argentum, Belén y La mujer de la fila, a los que se suma Gatillero, de Cristian Tapia Marchiori.
Al ser el Oscar y el Goya los máximos reconocimientos internacionales a los que puede aspirar una película argentina, queda clara de inmediato la expectativa que siempre envuelve a este anuncio. El interés se vislumbra todavía con más fuerza este año ante la certeza de una competencia de altísimo perfil, con títulos a los que algunos especialistas les adjudican también posibilidades ciertas fuera de la categoría internacional.
Sobran ejemplos de esta tendencia, que alcanzó su punto máximo cuando la surcoreana Parasite ganó en 2020 el Oscar a la Mejor película y logró que por primera vez en la historia la Academia de Hollywood concediera su premio más importante a una producción no hablada en inglés. Algo así solo fue posible gracias a que la entidad que organiza y entrega los Oscar se fue haciendo cada vez más internacional, ampliando en términos geográficos, étnicos y de lenguajes sus bases de sustentación y representatividad.
A partir de estos criterios, ¿cuál de las películas argentinas preseleccionadas este año tendría mejores posibilidades de hacer carrera en la búsqueda del Oscar si llegara a ser elegida por nuestra Academia el próximo miércoles? A partir de ese momento, el film argentino más votado se sumará a casi un centenar de títulos presentados por otros tantos países (en 2025 hubo 89) que deberán someterse al veredicto de los miembros de la Academia de Hollywood.
De todas las categorías del Oscar, la internacional siempre fue la menos predecible y la que guarda más sorpresas cada vez que se anuncian sus candidatos, pero hay criterios que no cambian en el momento de la evaluación. Sobre todo la presencia de temas universales que desde una mirada propia de cada lugar o país cobran relevancia frente a una audiencia global. Historias de interés local que puedan resonar con fuerza frente a un público que las observa fuera de sus fronteras.
Esa conexión siempre es emocional, pero también debe funcionar en los aspectos más formales de una narración cinematográfica (guion, dirección, actuaciones, rendimientos artísticos y técnicos). Quienes abren las puertas para competir en el Oscar internacional también toman en cuenta otros factores: la originalidad del planteo, el posible impacto de lo que se narra en las conversaciones sobre temas candentes de la actualidad y una presencia relevante en los festivales internacionales, toda una primera prueba de la repercusión que tiene un film local frente a audiencias globales. Las películas argentinas que en la última década y media llegaron a la instancia final del Oscar internacional (El secreto de sus ojos, Relatos salvajes y Argentina, 1985) responden a esas características.
Aplicando esos mismos criterios, queda a la vista en una primera instancia que Belén aparece en mejores condiciones que las otras tres finalistas de este año para ganarse un lugar en la carrera por el Oscar internacional. La película dirigida y protagonizada por Dolores Fonzi se enfoca en un tema que adquirió en su momento mucha relevancia dentro de la conversación pública y puede esperar con razonables fundamentos a que una Academia de Hollywood cada vez más apoyada en la diversidad se haga eco de ese mismo planteo con interés.
A la vez, las semejanzas con Argentina, 1985 quedan a la vista. No solo por la presencia casi del mismo equipo artístico en ambas producciones, sino porque tanto en las películas de Santiago Mitre como la de Fonzi (ambos son pareja, además, en la vida real) aparece en primer plano el personaje del hombre común convertido en héroe clásico. Entre el fiscal Strassera (Ricardo Darín) y la abogada Soledad Deza (la propia Fonzi) hay una línea directa.
Podría decirse que la valiosa película de Benjamín Avila también ofrece este mismo planteo, con Natalia Oreiro enfrentada a una inesperada realidad luego de enterarse de que su hijo fue encarcelado. El descubrimiento en La mujer de la fila de un nuevo y desafiante mundo, observado desde una perspectiva de cambio que tiene consecuencias personales, familiares y sociales muy poderosas para quien lo experimenta, puede ser un factor muy tenido en cuenta por los votantes del Oscar internacional, pero en este caso Belén saca ventaja de su mayor proyección internacional. Lo vemos en estos días en el Festival de San Sebastián.
Por San Sebastián y también por Venecia pasó en 2021 en la búsqueda del premio mayor Competencia oficial, la película más relevante hasta ahora (sobre todo en su repercusión internacional) de la carrera de Mariano Cohn y Gastón Duprat. La exitosa dupla, además, ganó el Goya a la mejor película iberoamericana en 2016 con El ciudadano ilustre. Y acaba de obtener otro triunfo entre el público local gracias a Homo Argentum, la película argentina más vista de los últimos años en los cines (más de un millón y medio de espectadores).
¿Puede un éxito local de taquilla de semejante magnitud elevar las posibilidades de esa misma película en la carrera por el Oscar internacional? El secreto de sus ojos (que también tenía entre sus protagonistas a Guillermo Francella) llevó dos millones y medio de personas a los cines en 2009, pero ofrecía un vínculo emocional entre la película y el público del mundo que a primera vista Homo Argentum no estaría en condiciones de lograr. Por otro lado, es posible que incomode un poco a cualquier audiencia internacional sensible a las propuestas que suelen llegar al Oscar un desfile de menciones publicitarias tan ostentosas como las que se ven allí.
Queda la película de Rosselli, una de las mejores producciones argentinas estrenadas este año. También, sin duda, una de las más originales desde su excepcional trabajo de cruce entre el documental y la ficción. A Algo viejo, algo nuevo, algo prestado le pasa algo parecido a algunos títulos muy meritorios, elegidos en los últimos años por la Academia de cine local para representar al país en la carrera por el Oscar internacional.
Como Los sonámbulos, El prófugo y Los delincuentes, acumula méritos suficientes para ocupar una presencia destacada en el panorama del cine argentino que se muestra al mundo, pero terminan relegados frente a la potencia (en términos de conexión con la audiencia) de los títulos empoderados para llegar a las instancias finales de este tipo de competencia.
Por todo esto, cuando Graciela Borges devele el próximo miércoles, poco después de las 18, el nombre de la película elegida, lo más lógico sería esperar que Belén ponga en marcha en ese mismo momento su camino hacia el sueño de una nueva nominación para la Argentina en el Oscar internacional. Aunque este año la competencia será más difícil que nunca porque hay muchos títulos ya confirmados en la misma carrera con chances enormes.
Sound of Falling (Alemania), Young Mothers (Bélgica), The Secret Agent (Brasil), No Other Choice (Corea del Sur), Sirat (España), It Was Just an Accident (Francia), Sentimental Value (Noruega), Franz (Polonia), Palestine 36 (Palestina), The Voice of Hind Rajab (Túnez) y 2000 Meters to Andriivka (Ucrania) vienen participando de algunas de las más trascendentes conversaciones cinematográficas de todo este año, sobre todo a partir de su presencia en los grandes festivales internacionales.
El 1° de octubre es la fecha límite que tiene cada país para presentar a sus representantes oficiales. El camino sigue con el anuncio por parte de la Academia de Hollywood de una primera lista de 15 finalistas el 16 de diciembre. Las cinco nominadas finales se conocerán, junto al resto de las categorías del Oscar, el 22 de enero de 2026. Y todo concluirá en el Dolby Theatre de Los Ángeles el domingo 15 de marzo con la máxima fiesta de la industria del cine. Para la Argentina, todo empieza en el atardecer del próximo miércoles.