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Cáncer de piel: señales de alarma, cómo prevenirlo y usar correctamente el protector solar, según expertos

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y está compuesta por tres capas de tejido: la epidermis, la dermis y la hipodermis. El cáncer de piel se divide en dos grupos principales: mela...

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y está compuesta por tres capas de tejido: la epidermis, la dermis y la hipodermis. El cáncer de piel se divide en dos grupos principales: melanoma y no melanoma, siendo el primero el más grave.

Según el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, el melanoma de piel fue el 17° más común a nivel mundial en 2022, y ocupó el 14° lugar tanto en hombres como en mujeres. La organización reporta que se registraron 331.722 nuevos casos de esta enfermedad. En ese mismo año, los países con mayor número de pacientes fueron Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. En América Latina, el único país que aparece en el top 10 es Brasil, en la novena posición.

La Liga Contra el Cáncer indica que el tipo de cáncer de piel más frecuente a nivel nacional es el carcinoma basocelular que representó el 52,7 por ciento de los casos entre 1996 y 2010. Le siguen el carcinoma escamocelular, con el 22,6 por ciento, y el melanoma, con el 16,1 por ciento.

El carcinoma basocelular se desarrolla en las células basales de la epidermis, mientras que el carcinoma escamocelular se origina en las células escamosas de esta misma capa. Ambos tipos son los más comunes a nivel mundial. En el caso del melanoma, este se desarrolla en los melanocitos, células encargadas de producir melanina, el pigmento que da color a la piel.

¿Cuáles son las principales causas?

El Fondo mundial para la Investigación del Cáncer señala que la principal causa de esta enfermedad es la exposición a los rayos ultravioletas (UV). “La evidencia de que la sobreexposición al sol causa cáncer de piel ha sido consistente durante décadas. Sin embargo, muchas personas aún no se protegen del sol, lo que aumenta su riesgo. El cáncer de piel es más común en personas de piel clara que se quema fácilmente sin broncearse; ojos azules y cabello rubio”, dice la institución.

Por su parte, la Skin Cancer Foundation informa que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, filial de la Organización Mundial de la Salud, clasifica los dispositivos de bronceado por radiación UV en el grupo 1, el cual incluye agentes con evidencia concluyente de causar cáncer en humanos.

Sandra Malca, Marketing Regional Director La Roche-Posay & CeraVe Centroamérica y la Región Andina, explicó a EL TIEMPO que otros factores de riesgo incluyen: tener antecedentes familiares de cáncer de piel, presencia de muchos lunares o lunares atípicos, y haber sufrido quemaduras solares en la infancia.

Respecto al componente genético, Malca indica que este determina la capacidad del cuerpo para producir melanina y reparar el daño en el ADN. Por eso, algunas personas son más susceptibles a sufrir quemaduras o lesiones cutáneas.

No obstante, resalta que la prevención juega un papel clave: “la genética marca la predisposición, pero la forma en que nos cuidamos determina el resultado”, afirma.

Asimismo, advierte que en la región, trabajadores agrícolas, comunidades rurales y personas que realizan actividades al aire libre frecuentemente suelen estar más expuestas al sol y tener menor acceso a información o productos de protección solar.

“Persiste el mito de que las pieles más oscuras no se queman o no desarrollan cáncer de piel, lo cual es falso. Si bien los índices de melanoma son más bajos, cuando estos aparecen suelen diagnosticarse tarde. La educación y el acceso a revisiones dermatológicas son fundamentales para todos los grupos”, asegura.

¿Cómo se puede prevenir?

Es clave no satanizar el sol. El doctor Giovanni Bojanini, experto dermatólogo del laboratorio Pharmaderm explica que, bien manejado, el sol puede ser beneficioso para la salud, ya que estimula la síntesis de vitamina D, esencial para la absorción de calcio y el fortalecimiento de los huesos.

Sin embargo, es fundamental que la exposición solar se realice de forma controlada y en horarios adecuados. De hecho, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer recomienda evitar la exposición entre las 11 y las 15, así como proteger la piel con ropa adecuada, incluyendo gorras o sombreros y gafas de sol con protección UV.

También es importante estar atentos a señales de alerta como:

La aparición de una nueva lesión que no cicatriza.Cambios en un lunar (forma, tamaño, color).Manchas asimétricas o con bordes irregulares.Lesiones que sangran o provocan picazón.

“Una herramienta práctica es la regla del ABCDE: Asimetría, Bordes, Color, Diámetro y Evolución. Cualquier cambio sospechoso amerita consulta inmediata”, explica Malca.

El factor de protección solar (FPS) sí importa

Según Bojanini, elegir un protector solar adecuado es fundamental para cuidar la piel. Uno de los aspectos a considerar es el FPS (factor de protección solar), que indica cuánto tiempo adicional puede estar protegida la piel frente a los rayos ultravioleta tipo B (UVB), responsables de las quemaduras solares.

El experto afirma que los protectores solares con un FPS 50+ son ideales para todo tipo de piel, especialmente las más claras, ya que filtra aproximadamente el 97 por ciento de la radiación UVB.

Además, optar por productos de amplio espectro, es decir, que brinden protección tanto contra los rayos UVB como contra los UVA. Se ha demostrado que la exposición a ambos tipos de radiación puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

Otro factor esencial es la reaplicación del protector. Aunque una persona permanezca en interiores, como una oficina, se recomienda hacerlo al menos tres veces al día.

La elección del bloqueador también debe adaptarse al tipo de piel:

Piel grasa o con acné: se recomiendan fórmulas en gel, loción o libres de aceite.Piel seca: lo ideal son productos con componentes hidratantes.Piel mixta: funcionan bien los protectores en gel o loción.

“No debemos guiarnos por lo que les funciona a familiares y amigos. Lo que resulta eficaz para otra persona puede generar efectos secundarios en nosotros si no ha sido formulado por un dermatólogo. Por ejemplo, si alguien con piel grasa usa un bloqueador con base en aceite, es probable que tenga una reacción en acné difícil de controlar. Por eso, lo más recomendable es consultar a un experto antes de tomar esta decisión”, confirma el líder de los laboratorios Pharmaderm.

Por su parte, Sandra Malca agrega que incluso en días nublados es necesario aplicar protección solar. “Hasta el 80 por cientgo de los rayos UV atraviesan las nubes, por lo que el riesgo persiste incluso en días fríos o sin sol visible. En zonas de nieve o alta montaña, la radiación puede ser aún más intensa por el efecto de reflexión. La protección debe ser diaria, sin importar el clima y es fundamental reaplicarla”.

*Por Angie Tatiana Rodriguez Bernal

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/cancer-de-piel-senales-de-alarma-como-prevenirlo-y-usar-correctamente-el-protector-solar-segun-nid02092025/

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